El problema de Tim Hunt con las mujeres le ha costado caro


No se si el Sr. Tim Hunt recuerda bien el día en que recibió el Premio Nobel de Medicina, allá por el año 2001 por su magnífico descubrimiento de las proteínas que controlan la división celular, pero de lo que si estoy segura es de que tardará en olvidar su fatídica metida de pata en la Conferencia Mundial sobre Periodismo Científico celebrada esta semana en Seúl (Corea del Sur) (¡hasta el fondo, oiga, y con la que está cayendo con las mujeres y la ciencia!).


Como se pregunta Ana Ribera en su magnífico post:"Machismo en ciencia", en el Blog: Mujeres con ciencia :

"¿Cuántas veces y ante qué audiencias habrá soltado estas y otras perlas, manchando la imagen de la ciencia y otros científicos?".

Pues puede que haya sido la primera vez (y os aseguro que la última, por la cuenta que le trae), pues una de las cosas que he podido apreciar es que con la edad no sólo se nos gastan los huesos de las rodillas y la "tarjeta de crédito" de resistencia a los rayos UV, sino que también se consumen esos filtros sociales que nos han reprimido toda una vida, impidiendo que la "liemos parda" diciendo lo que verdaderamente pensamos. Pues si, este señor, de 72 años de edad, probablemente esté diciendo ya en público lo que siempre ha pensado, vamos, ni más ni menos que las mujeres somos un incordio para sus fructíferas investigaciones.

El "angelito" ha dicho cosas como estas:

"Permítanme que les cuente mi problema con las mujeres… ocurren tres cosas cuando están en el laboratorio… Te enamoras de ellas, ellas se enamoran de ti y cuando las criticas, lloran"

Verá, Sr. Hunt, ¿a qué le llama usted criticar?, ¿a destrozar la autoestima?, ¿a hundir en la miseria?, ¿a no soportar que no se hagan las cosas como usted cree que se tienen que hacer?... Y la otra cuestión es ¿cómo las "critica"?, ¿hay respeto?, ¿hay educación? Pues si, señores, la mujeres somos de lágrima fácil (unas más que otras, claro está), pero es simplemente porque somos muchíiiiiiiisimo más sensibles y emocionalmente muy diferentes a los hombres y sobre todo, porque no podemos con las injusticias.

Y cuando se ve forzado a pedir disculpas va el buen señor y lo arregla diciendo:

"No pretendía decir lo que dije sobre tener problemas con las chicas. Quiero decir, es verdad que me he enamorado de mujeres en el laboratorio y ellas se han enamorado de mi. Eso es muy perjudicial para la ciencia. Siento muchísimo haber ofendido a alguien, es horrible. Solo pretendía ser honesto."

Verdaderamente ser un buen científico no exime de ser un torpe. Pobres de aquellas a las que les ha tocado trabajar a sus órdenes, se me ponen los pelos como escarpias sólo de pensar en lo que han debido de tragar. Si hay algo con lo que no puedo en esta vida es con las faltas de respeto. Pero desengañémonos, este señor no es un caso aislado. El problema es ¿cómo se combate esto cuando el propio sistema tapa todo este tipo de comportamientos indecentes?

Sólo nos queda confiar en que este tipo de personas sean, al fin, una "especie" en vías de extinción. Algo me dice que las nuevas generaciones vienen con otras actitudes (o mas les vale).

El Sr. Hunt ha sido portada estos días en The Guardian ("Tim Hunt, where's the science in your prejudice against woman), The Huffinton Post (Sir Tim Hunt Apologises Over 'Sexist Comments', But Says He Was Just Trying To Be Honest), El País (Un 'nobel' de Medicina dimite por comentarios machistas, etc). Menudo marketing se ha hecho el hombre. La semana pasada muchos no sabíamos de su existencia y a partir de esta, el "personaje" va a desear no haber asistido nunca a esa conferencia. Verdaderamente ha sido un fin de fiesta sonado.

Y finalmente ha tenido que dimitir de su cargo de Profesor honorario en la Facultad de Ciencias de la Vida, en la University College de Londres, a pesar de su fracasado 'intento' de disculparse. Digo 'intento', por que lo que ha conseguido es empeorarlo aún más (si cabe). Definitivamente podríamos decir que es un 'analfabeto emocional'. Y paradojas de la vida, la institución para la que trabajaba fue la primera universidad inglesa que admitió a las mujeres con los mismos derechos que los hombres (algo no me cuadra). Está claro que en esta prestigiosa institución han estado muchos años mirando para otro lado, mientras este señor hacía de las suyas (repito que no se trata de un caso aislado, que cosas así pasan a nuestro alrededor con más frecuencia de lo que desearíamos).

A raíz de todo este revuelo Twitter está que hierve con el #Distractinglysexy. Mi aportación está teniendo un éxito rotundo. Llevo 48 retuits y 57 favoritos (por ahora). Gracias, Sr. Hunt, gracias a su torpeza mi índice Klout se va a disparar.


Sr. Hunt, me temo que no termina su carrera laureado. La vida es así, se recoge lo que se siembra, ni mas, ni menos y ya iba siendo hora de que le tocara recoger, ¿no os parece?








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